¿Cómo se desplazan los huevos y larvas por el océano?

Casi todos los huevos y larvas de peces forman parte del plancton y no tienen movimiento voluntario o es muy limitado por lo que suelen estar a merced de las corrientes, decidiendo su destino los movimientos de los mares que habitan. En consecuencia, la supervivencia y el éxito de los futuros peces dependen de la circulación de las masas de agua que desplazan, retienen o dispersan los huevos y larvas (y también a sus nutrientes).

Huevo de sardina al microscopio. Millones de estos huevos, junto al de muchas otras especies, viven flotando en la superficie marina a merced de las corrientes…

 

Instrumentos como el que veis arriba (se llama roseta oceanográfica) se utilizan en las campañas oceanográficas para conocer y cuantificar, además de la salinidad y la temperatura, los nutrientes que hay en determinadas zonas y profundidades de los océanos.

Antes de seguir debemos saber que en los océanos se producen los llamados “fenómenos o mecanismos de mesoescala” que se definen como una serie de fenómenos físicos que ocurren en el mar con una escala espacial que va desde los diez a los cien kilómetros.  Algunos ejemplos son: los frentes (ocurren cuando se juntan dos masas de agua de salinidad y/o temperatura diferente), las plumas de ríos (son entradas de agua dulce en el mar que como son menos densas, flotan), los eddies o giros (en función de la dirección del giro pueden concentrar o dispersar las partículas), los afloramientos (permiten el ascenso a la superficie de aguas profundas más frías y ricas en nutrientes)…

La importancia de estos fenómenos radica en que los eddies consiguen retener huevos y larvas dentro de zonas favorables para su óptimo desarrollo y las plumas de río y/o los afloramientos proporcionan el alimento suficiente para las larvas cuando comienzan a comer.

Un ejemplo cercano de estos mecanismos de mesoescala se muestra en este mapa, donde se dibujan además de la temperatura del agua superficial, las corrientes. Se puede identificar el eddie anticiclónico del Golfo Ártabro (que retiene las partículas) y también el filamento de afloramiento en Finisterre (aguas frías y ricas en nutrientes). Modelo Oceanográfico ROMS, Proyecto  Raia (nr. 0313_RAIA_1_E 2009-2011).

Ya conocéis un poco más de algunos movimientos de las masas de agua oceánicas que permiten (o no) a huevos y larvas superar esta crítica fase… ¡todo un desafío!

¡Hasta la próxima entrada marina!

Y hoy han sido mis colegas y amigas Águeda Cabrero Rodriguez e Isabel Riveiro, investigadoras del Centro Oceanográfico de Vigo, las que me han dado las claves para poder escribir esta entrada. Muchas gracias compañeras 😉

 

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