Todo un cóctel de anticuerpos

Hola a todos, hoy os voy a hablar de inmunidad:

Las hembras de los roedores son muy prolíficas y tienen  partos casi mensuales. El tipo de placentación es muy parecida a la humana, porque en ambas especies hay una conexión muy directa entre la circulación materna y fetal. Esto permite a las defensas, anticuerpos o inmunoglobulinas pasar de la madre al feto. ¿El inconveniente? Pues que los partos son muy hemorrágicos, ya que al desprenderse la placenta se pierde mucha sangre.

Esto explica el funcionamiento de un raticida como la warfarina que es un anticoagulante que inhibe la vitamina K. Cuando una rata o ratón hembra ha consumido warfarina no le funciona el mecanismo de coagulación. Por eso, tras el parto no es posible parar la hemorragia tan abundante en esta especie, pues su sistema de coagulación está deprimido y la madre muere desangrada y sus crías de hambre. Además como los partos en estos roedores son casi mensuales, es muy fácil que coincida la hemorragia con el consumo de este producto por lo que hay muchas posibilidades de que funcione.     

Por el contrario, en los bovinos la conexión de placenta entre madre y cría no es tan íntima pues se interponen las membranas fetales haciendo de filtros. De la madre al feto los nutrientes pueden pasar, pero no ocurre lo mismo cuando se trata de moléculas más grandes como son los anticuerpos. Cuando nacen, los terneros no tienen anticuerpos y dependen totalmente de los que le va a proporcionar la madre en el calostro, que es el primer producto de la ubre tras el parto.

El calostro además de ser muy rico en nutrientes (dobla a la leche en grasa, azúcares, proteínas y vitaminas), tiene también anticuerpos. Esta riqueza es mayor en las primeras horas y se va diluyendo con el paso del tiempo, convirtiéndose a los dos o tres días simplemente en leche.

La densidad del calostro es un parámetro muy relacionado con la calidad, es decir con la cantidad de nutrientes y de anticuerpos. Las vacas paridas con un buen estado general tienen mejor calostro, así como también las vacas con más de un parto (multíparas). Por otra parte, en el intestino los enterocitos forman una monocapa que lo reviste dejando unos espacios para que puedan entrar estas defensas. Estas aperturas se van estrechando con las horas desde el nacimiento, y la permeabilidad se acaba pasadas veinticuatro horas.

Todo esto es nos lo dice la ciencia y estos conceptos teóricos los aprovechamos para la práctica (zootecnia): Como vimos que el primer calostro es el más rico en anticuerpos, cuanto antes se lo demos, más aprovecharemos la permeabilidad del intestino para las inmunoglobulinas y además, cuanta más cantidad, más defensas pasarán.

Una ventaja que presenta el calostro es que se puede congelar y sus propiedades se mantienen razonablemente bien durante seis meses. Se puede almacenar en bolsas o botellas de unos dos litros.

Podemos mejorar todavía más el manejo haciendo un control de calidad del calostro. A las vacas multíparas que parieron en buenas condiciones físicas y sin problemas las sometemos a una prueba sencilla y rápida: con la ayuda de un calostrímetro (que no es más que un densímetro adaptado a esta tarea) medimos la densidad del calostro. Los calostros más densos se califican como aptos y se congelan lo antes posible. Ante un nacimiento, lo descongelamos lentamente y se lo suministramos a la ternerita recién nacida.

Por último decir que el coronavirus bovino junto a un rotavirus llevan muchos año conviviendo con el ganado vacuno. Son los causantes de la mayoría de las diarreas neonatales a los pocos días del nacimiento. Existe una práctica que por experiencia os puedo decir que es muy eficaz contra estas diarreas (si la acompañamos de higiene y el correcto manejo del calostro): Consiste en vacunar las madres unas semanas antes de parir para subir la tasa de anticuerpos contra estos virus en sangre. Estos anticuerpos a través de la glándula mamaria pasan al calostro que mamará la ternerita. De esta forma un nuevo ingrediente contra los coronavirus y rotavirus refuerza este cóctel de inmunidad. Por eso, estoy seguro que la ciencia no tardará mucho en darnos también una vacuna eficaz contra el nuevo coronavirus humano.    

 

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