Hola carbónicos, hoy me voy a atrever con un tema más árido que los que habitualmente abordo. Para el sector de la radiodifusión al que pertenezco, el mes de noviembre del año 2023 supuso un gran espaldarazo, avanzando muy buenas perspectivas hasta por lo menos la próxima década. Por ello quiero escribir un post sobre este tema, que ha pasado casi desapercibido en las publicaciones generalistas.
Y es que todo esto es una especie de «duelo al sol» entre contendientes por el espectro radioeléctrico, que es el campo de batalla donde se dirime el acceso a los contenidos audiovisuales, entre los Radiodifusores y los Telcos. Los primeros son los que realizan el despliegue de los servicios de Radio y Televisión mientras que los segundos son los que realizan el despliegue de los servicios de IMT (Telecomunicaciones móviles), las telefónicas de toda la vida.
En el pasado post de Ciencia Carbónica avancé el concepto de Radiofrecuencia y espectro radioeléctrico:
Para los profanos en la materia, la radiofrecuencia (RF) se puede definir de manera básica como ondas electromagnéticas (o conducidas por cables), que se propagan en el aire a la velocidad de la luz y que se caracterizan principalmente por su frecuencia, que es el número de ciclos por segundo de la onda. Esta unidad de frecuencia (ciclos por segundo) se denomina Hertzio en la nomenclatura internacional, en homenaje a uno de los padres del electromagnetismo, Heinrich Hertz.
Para cerrar este paréntesis, solo diré que el Hertzio es una unidad muy pequeña, y en las aplicaciones más conocidas que utilizan el espectro radioeléctrico se utilizan potencias de Hertzios, 1 millón (Megahertzio, MHz), 1.000 millones (Gigahertzio, GHz) o incluso 1 billón (Terahertzio, THz).
El conjunto de frecuencias constituye lo que se denomina el espectro radioeléctrico, y abarca desde los 30 Hertzios a los 300 GHz, con sus respectivas aplicaciones, como también se comentó en el post anterior.
En la figura anterior, quiero poner el foco en la parte inferior del espectro, en las frecuencias que utilizan las aplicaciones de Telefonía Móvil así como Estaciones de radio y TV, cuyo rango son los Megahertzios (106-108). Estas frecuencias tienen en común lo de presentar menores pérdidas de propagación (mayor cobertura) y una penetración en interiores muy buena. Ello se traduce en menores costes de despliegue para el operador del servicio, lo que las convierte en muy apetecibles tanto para los Radiodifusores como para los Telcos. En particular, la banda en liza de la que hablaré en el post es la banda de UHF (470-862 MHz), que se divide en 3 partes, 470-694 MHz, 694-790 MHz, la denominada banda de 700 MHz y 790-862 MHz, la banda de 800 MHz.
WRC/CMR (Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones, o en inglés World Radiocommunication Conference)
Tras la introducción quiero señalar que cada 4 años se celebran las conferencias mundiales de radiocomunicaciones (CMR/WRC) y su labor consiste en examinar y, en caso necesario, modificar el Reglamento de Radiocomunicaciones, que es el tratado internacional por el cual se rige la utilización del espectro de frecuencias radioeléctricas y de las órbitas de los satélites geoestacionarios y no geoestacionarios.
La última Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones se celebró en Dubai durante los pasados meses de Noviembre y Diciembre de 2023 (WRC 23) y, entre otros acuerdos (el espectro radioeléctrico es muy grande), concluyó que la Radiodifusión será el único servicio primario en el espectro de frecuencia de 470-694 MHz en la región 1, que incluye Europa, Oriente Medio, África y partes de Asia. Esto quiere decir básicamente que la radiodifusión es el principal servicio a difundir en esta banda y no puede ser interferido por otro servicio que utilizase eventualmente porciones de esta banda o una banda adyacente.
Esta decisión supone un fuerte respaldo, ya no solamente para las empresas del sector, sino también para asegurar el futuro de la Radiodifusión, proporcionándole un marco regulatorio estable de acceso al espectro radioeléctrico, así como la posibilidad de evolución de la Televisión Digital Terrestre (TDT), incluyendo la introducción de nuevas tecnologías tales como Ultra Alta Definición (UHD) y 5G Broadcast.
La postura defendida por Europa prevaleció frente a la postura de los Telcos, siempre ávidas de espectro para sus planes de despliegues 5G en esta banda de frecuencias de 470-694 MHz. Como comenté antes, esta banda es muy atractiva por sus características de propagación y de penetración en interiores frente a otras bandas en las que las Telcos despliegan sus servicios de conectividad inalámbrica (IMT). Este tipo de conectividad exige el acceso al espectro en las bandas por debajo de 1 GHz, que corresponde al espectro óptimo tanto en lo que respecta a la cobertura como a la conectividad de alta velocidad.
Echando la vista atrás, todo arrancó en 2013, cuando la Vicepresidenta de la Comisión Europea, Neelie Kroes invitó al antiguo Comisario Pascal Lamy a presidir un grupo de alto nivel de representantes de los sectores de los servicios móviles, de radiodifusión y de los medios de comunicación para llegar a una posición común sobre el uso futuro del espectro de frecuencias de UHF. Pascal Lamy, en su informe elaborado en calidad de presidente («informe Lamy»), recomendó reorientar la banda de 700 MHz hacia la banda ancha inalámbrica (servicios de 4G/5G), sosteniendo al tiempo el modelo audiovisual europeo mediante garantías destinadas a asegurar a la radiodifusión terrestre el acceso al espectro de la banda de frecuencias inferior a 700 MHz. Al fin y al cabo, la Radiodifusión constituye uno de los principales medios de acceso a contenidos en la mayoría de países de la Unión Europea.
A raíz de la transición a tecnologías de televisión digital de mayor eficiencia espectral, la Radiodifusión pudo “comprimir” su oferta de servicios y liberar la banda de 800 MHz (790-862 MHz, o «dividendo digital»), que ha sido la primera parte de la banda de radiodifusión UHF (470-862 MHz) reorientada a servicios de banda ancha inalámbrica en la Unión Europea.
El informe de Pascal Lamy, aunque sin un consenso entre Radiodifusores y Telcos, estableció la denominada estrategia 20-30-25. Esta estrategia, adoptada por Europa, propuso en primer lugar poner a disposición de las Telcos la banda de 700 MHz para servicios de banda ancha alrededor del año 2020. En segundo lugar, se proporcionaría seguridad jurídica a los servicios radiodifundidos (TDT) hasta 2030 y, en tercer lugar, se realizaría un estudio de necesidades para la TDT e IMT en el año 2025, que está vigente en estos momentos.
Había miedo entre los Radiodifusores al resultado final de la WRC23, a raíz de posturas defendidas por países importantes de la Unión Europea (Alemania principalmente) en los que la TDT es un medio secundario para el acceso a contenidos audiovisuales.
El resultado de la WRC23 respalda a la TDT, contra informes “parciales” que predicen descensos muy importantes de audiencias de TDT y la posible desaparición de la Plataforma a medio plazo, sin duda con el fin de mover el ascua a su sardina y poder conseguir algún día las ansiadas frecuencias.
En el caso de España, el resultado de la WRC23 ratifica claramente la importancia de Plataforma de TDT en varias vertientes, como se puede leer en un reciente Informe de Deloitte. En éste se destaca el rol de La Televisión en Abierto, como impulsora de Industrias Culturales y Creativas, las cuales generan casi un 7% del PIB y un 5,2% del empleo.
Asimismo, en la vertiente social, la TDT es el medio garante del servicio universal, accesible y gratuito en España. El 99% de los hogares con televisión tienen acceso a la televisión digital. Las actuales instalaciones de recepción de los ciudadanos están adaptadas a las frecuencias que utiliza la TDT.
Finalmente, en la vertiente cultural, la televisión en abierto representa el 68% de la financiación obligatoria de obras audiovisuales europeas en España establecida por la Ley General de la Comunicación Audiovisual. La televisión en abierto es, además, motor de la cultura y diversidad lingüística e impulsora de la Marca España, siendo el 4º país del mundo en venta internacional de formatos televisivos.
Al mismo tiempo, las derivadas de la resolución del WRC23 abren la puerta a evoluciones de la TDT que permitan aumentar su competitividad respecto a otras plataformas de contenidos, proporcionando más calidad y más servicios, utilizando para ello las herramientas tecnológicas que dispone.
Como conclusión final se puede decir que el futuro de la TDT es muy prometedor. Así lo señala el Director de Tecnología e Innovación de la EBU (Unión Europea de Radiodifusión), Antonio Arcidiacono, en la página de la EBU el pasado mes de diciembre de 2023:
«Este es un resultado positivo para los miembros de la EBU, ya que se ajusta a los elementos clave de la posición de la EBU. La mayoría de los miembros de la EBU utilizan TDT (televisión digital terrestre) y todos ellos utilizan PMSE, y la banda UHF es el único espectro disponible a nivel mundial para estos servicios. La decisión de la CMR-23 garantiza un acceso continuo al espectro y unas condiciones reguladoras estables, que son esenciales para las inversiones y la evolución de la TDT y la PMSE, incluida la introducción de nuevas tecnologías como UHDTV, 5G Broadcast y WMAS (sistemas inalámbricos de audio multicanal).»
El servicio de TDT se garantiza en Europa hasta por lo menos el año 2031, fecha en la cual se analizarán otras posibles atribuciones, teniendo en cuenta estudios e informes que la Comisión Europea reclamará, como hizo en el pasado con el Informe elaborado por Pascal Lamy.
Por ello, la historia de la TDT se continuará escribiendo después del 2031, manteniéndose su posición actual. Esto permitirá su evolución, una mayor calidad (UHD), una mayor competitividad, un mayor número de servicios e incluso otros modos de ver televisión con estándares y servicios compatibles.