Descubrimos los secretos de los peces

El sábado pasado fui a visitar en el museo MARCO de Vigo la exposición  “LA LUZ Y LA LENTE”, en la que treinta piezas antiguas muy bien conservadas y acompañadas de paneles informativos contaban la historia del microscopio desde su invención. Recorriendo la exposición pensaba en cómo el desarrollo de la microscopía ha conseguido importantes avances en el conocimiento científico permitiendo visualizar átomos, moléculas, virus, células ó tejidos.  Decidí entonces escribir algo acerca de la aplicación de los microscopios en la biología pesquera. ¿En qué nos ayudan? Pues en permitir que para el ojo sea más fácil descubrir algunos secretos que esconden los peces.

 

En esta imagen mi compañera Ana está “leyendo otolitos” usando una lupa, lo que le permite aumentar la imagen hasta distinguir claramente los anillos en la superficie del otolito.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Ya os comenté en mi primera entrada de Ciencia Carbónica que para conocer la edad de los peces contamos  los anillos que el paso del tiempo forma en los otolitos. Pero, ¿cómo podemos ver y además contar estos anillos en piezas tan pequeñas?

 

Si queremos ver y contar los anillos anuales cortamos primero los otolitos y después, bajo una lupa a veinte aumentos… ¡ahí están! ¿Podéis contarlos? Sí, este abadejo tenía cinco años cuando lo pescaron.
Mirad en esta imagen a tamaño real un par de otolitos sagitta de abadejo (Pollachius pollachius). Parecen dos pequeñas piedras blancas nada más, sin embargo…

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Para estudiar la reproducción de los peces, distinguir machos de hembras, si son jóvenes (les llamamos peces inmaduros) o ya se van a reproducir (peces maduros), cuantos huevos ponen, cuantas puestas tienen, etc. , necesitamos trabajar con más aumentos (en este caso van desde 40 hasta 400). Se empieza extrayendo una muestra del órgano reproductor del pescado (gónada) y mediante técnicas histológicas se obtienen finísimas capas de tejido (de 0.005mm de grosor o incluso menos) que los expertos en reproducción interpretan finalmente al microscopio.

 

Aquí podeis ver una muestra de tejido de una gónada de merluza preparada para ver al microscopio….
…Y aquí Ana al microscopio observando la muestra….

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Y la  imagen inferior es parte de lo que Ana pudo ver al microscopio con 200 aumentos…Se trataba de una merluza hembra con los ovocitos en diferentes fases de desarrollo.

 

Los habitantes del mar esconden más secretos que los microscopios nos ayudan a descubrir y que os mostraré poco a poco…

Esta vez y de manera muy especial, agradecer las imágenes y sobre todo el trabajo diario al estupendo personal técnico (Ana Leal, Antonio Gómez y Cristina González) del equipo al que pertenezco en el centro oceanográfico de Vigo .

Información sobre la exposición “LA LUZ Y LA LENTE”: http://www.marcovigo.com/es/actuais

 

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