LATINAJOS Y VETERINARIA

Ad libitum. Este podría ser perfectamente el título del artículo y el nexo entre la veterinaria, sobre todo la rama de nutrición animal, con los latinismos. En el día a día del trabajo de nutrólogo se usa la palabra ad libitum (a voluntad) para referirnos por ejemplo en el cebo de terneros a dar paja de forma libre o en cerdos según la fase a dar pienso de esta forma a voluntad o por el contrario a restricción.

Han llegado a nuestros días muchas locuciones latinas que usamos a veces con un significado distinto al original y a veces con alguna adaptación no del todo correcta, pero seguimos usando hic et nunc, grosso modo, carpe diem o alea iacta est. Si nos quedamos con los latinajos médicos, podemos añadir unos cuantos en su uso habitual en la medicina veterinaria: algor mortis, livor mortis, rigor mortis, coitus interruptus, delirius tremens, mens sana in corpore sano, exitus letalis o palpatio per anum. Esto último es la práctica diaria más habitual de un veterinario de reproducción en vacas de leche para hacer un control del reproductivo en granja (palpación rectal para diagnosticar a las vacas gestantes).

Portada del libro “Hic et Nunc. Aquí y ahora…seguimos hablando latín”; 2015*

En el libro “Hic et Nunc. Aquí y ahora…seguimos hablando latín”, libro de cabecera, contiene un prólogo muy adecuado a lo comentado anteriormente: “en catalán o en castellano, en francés o en italiano, en portugués o en rumano, no hablamos más que un latín evolucionado respecto al idioma original que se expandió por Europa desde la Península itálica. Pero es que además lo hablamos como lo hablaba César o Catulo en algunas frases que se han conservado intactas hasta hoy en día. De la gran Roma no han perdurado sólo el anfiteatro de Tarraco o la muralla de Barcino; sino que también han aguantado hasta hoy, en mejor estado y sin pérdidas, mea culpa, spa, cum laude o alea iacta est. Unas provienen del derecho (dura lex sed lex), la filosofía (ex nihilo nihil fit) o la tradición cristiana (quo vadis), otras de la literatura (carpe diem), la historia (ave Caesar, morituri te salutant) o el saber popular (excusatio non petita, ac-cusatio manifesta).”

También tenemos el caso del reemplazo de arabismos por latinismos, como es el caso de albéitar, sustituido por un latinismo tardío: veterinario. Etimológicamente, el término veterinario proviene del latín “veterinarius”, es decir, el conocedor y practicante del arte de curar las bestias:

El lema de las Facultades de Veterinaria que figura en el escudo de la profesión veterinaria en España es: “Hygia pecorissalus populi” (la higiene del ganado, la salud del pueblo). Un lema en latín muy explícito de la importancia de la profesión veterinaria en la salud de los animales y en la higiene de los alimentos para tener una buena salud pública.

Escudo del colegio de Veterinarios en España con el lema “Higia pecoris salus populi”

Otro uso actual del latín en zoología y botánica se lo debemos a Linneo (1707-1778) , a partir de su obra Systema naturae (ed.10, 1758) donde se da formalmente nombre latino atodos los animales, y también a los distintos taxones en que la sistemática losorganiza (filo, clase, orden, familia, especie). Así tenemos nombres científicos en latín para identificar a animales y plantas, con un sistema binominal, para nosotros Homo sapiens o para el sapo Bufo viridis. También usó algún helenismo en los nombres, y es aquí de recibo recordar al filósofo Aristóteles como el precursor de intentar muchos siglos antes una clasificación universal para los animales.

Por cierto, el sueco Carl Linnaeus, latinizado él mismo como Carolus Linnaeus, no solo estableció los fundamentos del sistema moderno de nomenclatura binomial (género y especie) para los seres vivos, también fue el primer científico en usar los símbolos del escudo y la lanza de Marte para indicar el masculino ♂ y el espejo de Venus para indicar el femenino ♀.

Carl Linnaeus

Podemos hacer una interpretación etimólogica del significado de todos estos nombres científicos en latín. A modo de ejemplo dentro de los Arthropoda , que significa “patas unidas”, tenemos el género Sarcoptes (corta la carne), Phlebotomus (cortador de venas) o Notoedres (culo negro); en los Protozoa (en este caso un helenismo) que significa “primer animal”, hay los Cryptosporidium (pequeñas semillas ocultas) y los Toxoplasma (cuerpo arqueado) como ejemplo, o en los nemátodos Fasciola (pequeña cinta)….

Los nombres científicos que indican el color de algo también vienen casi todos del latín (hay alguna excepción de origen griego como eritro- o leuco-). Así por ejemplo las raíces niveus y albus son para blanco, flavus para amarillo, viridis para verde, nigra para negro, glaucus o cyanus para azul, etc.

Nos aparecen en los nombres científicos desde el Aspergillus Flavum, un hongo productor de aflatoxina que puede crecer en los ensilados de maíz o el Monascus Ruber, otro hongo en este caso de campo y que produce la micotoxina Monaculina. Como indica su nombre es una floridura roja muy característica en silos de maíz mal compactados. Y un Picus viridis, un Macaca nigra o un Glaucus atlanticus para poner otros coloridos ejemplos…

Tabla de autor desconocido (colores en latín usados en los nombres científicos)

También se usaron en la nomenclatura taxonómica otras características como los patrones corporales en latín (lineata, bicolorata, punctata, reticulata, maculata, undulata, marginata, nebulosa, fasciata, etc.). La famosa pitón Kaa del Libro de la Selva (1894;  Rudyard Kipling) es una pitón reticulada (Malayopython reticulatus) de similar a una red o a cuadros. La jirafa reticulada (Giraffa reticulata) también parece tener estos cuadros….

Los nombres científicos también nos pueden dar pistas sobre en qué parte del cuerpo tienen cierta característica algunos seres vivos. Así se usa cauda si está en la cola, auricularis en la oreja, axilaris en la axila, cristata en la cresta o dorsalis en el dorso, etc. Y aunque nos lleve a engaño, pennis es para el ala, como ejemplo la Pava Aliblanca (Penelope albipennis, ala blanca).

Garrapata del género Argas spp.

Y para terminar con otro nexo para un nuevo artículo, podemos citar el género de garrapatas Argas, que viene de Argos, el monstruo de los 100 ojos que fue muerto por Hermes y cuyos ojos fueron puestos en la cola del pavo real. Con Hermes (Mercurio para los romanos), hijo de Zeus y dios de los pastores, tenemos ya la puerta de entrada a la mitología griega, a la hermenéutica y a los helenismos en la veterinaria…

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