¡Hola carbonian@s!
No sé vosotros, pero yo necesito unas vacaciones. Estoy taaaan cansada que he llegado a alegrarme de que Napoleón Bonaparte conquistara Europa en el siglo XIX. —¿Qué tendrá que ver una cosa con la otra? — te estás preguntado. Pues que el 28 de marzo de 1809, Vigo fue la primera localidad europea que logró expulsar al ejército de Napoléon gracias a un alzamiento popular. La Reconquista de Vigo se celebra cada 28 de marzo. Y claro, es festivo local. Lo más parecido a unas vacaciones que vislumbro en mi horizonte porque este año, en semana santa, me toca currar. Ya os contaré.
A la Ciudad de Vigo, Fernando VII le otorgó el título de ciudad “fiel, leal y valerosa” un año después. Yo, hace un rato, recibí un email en el que me convocaban a una reunión en Madrid ese día. Una injusticia. No justice (Canserbero).
El fantasma de las vacaciones pasadas
Y eso que yo (para no agobiar con flores a María, que diría Sabina) estuve de vacaciones hace poco más de un mes. Pero no de esas de quedarse en casa, arreglar los armarios, devorar unos cuantos libros y quedar con los amigos para unas cañas. No, no, me fui a Islandia. El país donde los días se clasifican en función de si puedes o no encontrar tu coche.
Llámame tonta, pero hasta que fui por primera vez no caí en la cuenta de que no se llama así porque sea una isla. Merecedora de su nombre, la Tierra de hielo (Iceland) es lo mismo y lo contrario que el desierto más árido del mundo (Atacama, Chile).
¿Qué cómo acabé en Islandia? ¿Recuerdas la #carbonoticia 221B Baker Street y el ADN. ¡Qué le corten la cabeza!? En ella te hablé de my little and adorable sister, Alejandra y de lo que hicimos mientras estuve con ella. Uno de los puzles era una fotografía chulísima de Godafoss, la cascada de los dioses, en el norte de Islandia. Una cosa llevó a la otra y nos liamos la manta a la cabeza. Y no, no vimos Godafoss porque el tiempo no lo permitió. Pero sí otras foss (cascadas en islandés), nos bañamos en la Laguna Secreta (que no es tan secreta como dicen), hicimos trekking por el glaciar Vatnajökull y nos adentramos en una cueva de hielo.
Concha Velasco y los test genéticos. Mamá, quiero ser vikingo.
Mientras planeábamos todo recordé algo que me contaron en mi anterior viaje y tuve claro el tema para esta #carbonoticia. A estas alturas, si te has leído alguna de las anteriores podrías dar un curso especializado sobre los efectos de la endogamia. Pero créeme, siempre se puede aprender algo.
Las comparaciones son odiosas, pero a veces ayudan a poner las cosas en contexto. Ahí va una, la densidad de población es Islandia es de 4 habitantes por Km2 mientras que en Vigo somos 2.680,96 habitantes por Km2. La mitad de la población vive en la capital, Reykjavík’ (SYKUR) y la tasa de endogamia es muy elevada. Para complicar las cosas su sistema para poner apellidos se basa en poner sson (hijo) o dottir (hija) detrás del nombre del padre. Haciéndolo así, mi nombre islandés sería Montse Germandottir, que no ayuda nada a saber de donde vengo (Pérez tampoco es muy clarificador, pero esa es otra historia).
El libro de islandeses
Los islandeses no se andan con tonterías. Si te preguntan si quieres un café, no se te ocurra contestar dubitativo. Se acabó, no te lo van a repetir. Tengo para mí que, como hace tanto frío, no pueden permitirse perder el tiempo decidiendo si entran o salen. No entiendo como no hay más chistes que empiecen con: Un gallego y un islandés … 😉
Volviendo al lío, conscientes de su problemilla con la endogamia y de sus consecuencias, han recopilado datos genealógicos en El libro de islandeses o Íslendingabók que incluye información de los primeros pobladores de hace 1.200 años. Todos los ciudadanos y residentes del país con kennitala (el equivalente a nuestro DNI) salen en el libro. Mola ¿no?
La base de datos genéticos es un proyecto de la empresa DeCode genetics con sede en Reykjavik y el empresario islandés Friðrik Skúlason. Para celebrar el décimo aniversario lanzaron un concurso para crear una app. ¡Menos mal! ¿Imaginas estar en un bar poniéndole ojitos a un Gunarsson que podría ser tu primo? Para evitar situaciones incómodas, sólo tienes que abrir la ÍslendingaApp y acercar los móviles. Según el grado de parentesco que salga, ya decides tú, que eres mayorcit@.
El equipo A
Imagino a Hannibal del Equipo A acercando su móvil al de alguna dottir en el Magic Ice Bar de Reykjavik, mientras sonríe con su puro en los labios y dice —Me encanta que los planes salgan bien—.
No voy a recomendarte de nuevo las típicas pelis o series de vikingos. Si te aburres puedes ver Primos (Daniel Sánchez Arévalo, 2011) o La Vida secreta de Walter Mitty (Ben Stiller, 2013) . En la primera salen primos (increíble ¿no?) y en la segunda Islandia. Las palabras clave de hoy.
Venga, a trabajar, que las cosas no se hacen solas 😉
Y recuerda #SinCienciaNoHayFuturo