¿Tienes vitamina D(el sol)?

¡¡Hola carbonian@s!! ¿Cómo lleváis la ola de fuego? Supongo que, en remojo, porque es la única manera de sobrellevarlo… Esta va a ser la última entrada de la temporada y quería hablaros de la vitamina más conocida del verano, por su relación con el sol, la vitamina D.

La vitamina D se sintetiza, en forma inactiva, principalmente en la piel humana a través de un precursor directo del colesterol, aunque una parte también se puede obtener en la dieta, y se transforma en su forma activa tras la exposición a rayos solares.

Proceso de síntesis de vitamina D activa. Extraído desde Hanel A y Carlberg C, 2020.

Por ello, en ciertas estaciones del año o en países que carecen de exposición solar suficiente, los niveles de esta vitamina descienden bastante en comparación a otras poblaciones, y es necesario incrementar sus niveles a través de la dieta o con la ingesta de suplementos como la leche con vitamina D. Aunque ten en cuenta que los niveles de vitamina D considerados como saludables pueden variar en cada país.

Como esta vitamina está tan relacionada con el sol, tal vez puedas pensar que al ser verano y estar en un país con gran exposición solar como España, debemos tener la vitamina D por las nubes, pero nada más lejos de la realidad, la situación es bastante diferente.

Actualmente, las deficiencias e insuficiencias de vitamina D son una pandemia global silenciosa, ya que suponen un factor de riesgo para distintas enfermedades, como ciertos cánceres, enfermedades cardiovasculares, hipertensión, esclerosis múltiple, alzheimer, autismo, asma o diabetes, entre otros. Y esto se debe a que la vitamina D desempeña funciones realmente importantes.

Su papel más conocido está relacionado con la formación normal de los huesos, porque es indispensable para la absorción de calcio en las células óseas. De hecho, por eso muchos médicos recomiendan los baños solares a bebés recién nacidos y de manera muy controlada, para que así puedan generar vitamina D suficiente (a parte de la que reciben a través de la lactancia materna), y evitar el desarrollo de raquitismo u otras enfermedades esqueléticas.

Además, con el paso de los años se han descrito muchísimas otras funciones igual de importantes. Por ejemplo, recientemente, se han publicado algunos trabajos que relacionan la carencia de vitamina D con respuestas más severas a la infección por SARS-CoV-2. Esto, en especial, teniendo en cuenta que el déficit de vitamina D es bastante común, y que durante la pandemia hemos pasado muchísimo tiempo en casa (con poca exposición solar diaria), la relación entre estos dos elementos ha hecho sonar las alarmas. La explicación que se le da a esta conexión tiene que ver con el papel que desempeña la vitamina D en el sistema inmune, por lo que la presencia de esta molécula de alguna manera podría ofrecer beneficios potenciales en distintas etapas de la infección por coronavirus. Si bien es cierto, que estos mismos estudios reseñan que ambas patologías (COVID 19 y déficit de vitamina D) comparten varios factores de riesgo per se, como edad avanzada, obesidad, exposición solar inadecuada y comorbilidad de enfermedades crónicas, particularmente hipertensión, enfermedad cardiovascular y diabetes.

Otros trabajos sugieren cierta relación entre deficiencia de vitamina D y algunos tipos de alopecia, aunque pueden resultar un tanto controvertidos y faltan estudios concluyentes que demuestren el beneficio real de la administración de vitamina D para corregir la caída del cabello y controlar esas afecciones.

También se le han atribuido cierta relación con la patogénesis del acné, aunque su papel no está claro. Algunos autores sugieren que la suplementación con vitamina D en pacientes con acné puede resultar eficaz, pero se tiene que profundizar más en todo esto.

Y ya que se activa con la luz solar, ¿podría una persona de piel morena tener carencia de vitamina D? Desde luego que sí. El pigmento de la piel depende del balance entre las dos formas de melanina que os expliqué en una entrada anterior (https://cienciacarbonica.es/vivan-los-pelirrojos/). La melanina nos aporta color en la piel, sí, pero su papel fundamental es actuar como un filtro natural efectivo que absorba los rayos UV y los disipe, para evitar daños en macromoléculas como el ADN. Por ello, en cierta manera, la melanina al absorber los rayos de luz puede impedir la activación de la vitamina D, y aunque una persona pueda tener o generar vitamina D, ésta no sería activa, y no podría llevar a cabo sus funciones esenciales.

Como aprendizaje os diré que es importante tener en cuenta los niveles de vitamina D, o al menos, tratar de controlarlos, pero sin obsesionarse, porque su exceso también puede resultar igualmente dañino.

Con esto y un bizcocho (ah! No! Éste refrán no es)… ¡Lo dicho! ¡¡Nos vemos a la vuelta de agosto!!

¡Disfrutad del sol, eso sí, siempre con protección!

Referencias

https://www.guiainfantil.com/bebes/recien-nacido/paso-a-paso-para-realizar-seguros-banos-de-sol-en-bebes-recien-nacidos/

https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/34959844/

https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/34553483/

https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/33690970/

https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/32668607/

https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/32621306/

https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/33416113/

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