Una tarde en el Valhalla

Hoy escribiré mii último viaje a Baviera que organizó mi empresa (ADIAL) a finales de octubre con ADDCON  (nuestros proveedores de conservantes de silos). Empezamos visitando varias granjas, donde además de ver los animales y las instalaciones, nos fijábamos también en los ensilados que comían los animales, que consistían en unos forrajes sometidos a idéntica fermentación láctica que la col con la que se elabora el chucrut que junto al codillo es el   plato más popular de Alemania.

 Entre granja y granja paramos a visitar un monumento muy especial: el Valhala, de estilo neoclásico que imita al Partenón de Atenas. El emplazamiento tiene su razón de ser pues se eleva sobre la orilla norte del rio Danubio, parte no romanizada del territorio germánico. El Valhalla es el cielo en la mitología nórdica morada de Odín y las Valquirias, pero en este otro Valhalla habitan los proceres de la cultura germánica. Se exhiben bustos de personajes como Durero, Erasmo de Roterdam, Kant, Goethe, Gutenberg o Einstein. Algunos de estos nacidos en territorios que fueron germánicos pero que hoy ya no son de Alemania. Así Copérnico hoy sería polaco, Mozart austriaco, Erasmo holandés o Kant ruso de Kaliningrado. 

W.A. Mozart
L. Beethoven
R. Wagner y J.S.Bach

Ninguna otra nación aportó tantas eminencias como Alemania a la música clásica. Mencionar a  Haendel, Von Weber, Richard Strauss o  Schubert presentes en el Valhalla ya no sería poco. Pero a estos hay que añadir a los cuatro grandes genios de la música residentes en el templo:

J. S Bach, maestro del barroco. Sus conciertos están llenos de espiritualidad, tanto que el compositor afirmaba que la música era de origen divino, y que los músicos como él solo eran simples médiums para expresar esa creación divina. De este compositor mi recomendación es que escuchéis  Los Conciertos de Brandemburgo.

W.A Mozart, niño prodigioy genio del clasicismo,. De él dicen que tenía oído total, capaz de distinguir una nota de forma aislada. Es difícil decidirse, pero mi recomendación sería Don Giovanni.

 L. Van Beethoven, entre el clasicismo y el romanticismo. Afirmaba que la buena música debería fluir del corazón del artista al corazón del público. El heavy metal ya se reconoce al final de algunas de sus sinfonías como la quinta o la novena. En este caso os recomiendo la novena, aunque todo es impresionante y emocionante.

Y ya en pleno romanticismo, R. Wagner. A sus óperas aún no soy capaz de “hincarle el diente”, excepto a sus magníficas oberturas capaz de emocionar a cualquiera. Woody Allen dijo: “tras escuchar a Wagner me entran ganas de conquistar Polonia”. Si bien es cierto que este compositor vivió mucho antes de los acontecimientos del III Reich está muy relacionado con ese triste periodo. Para Wagner os recomiendo escuchar la obertura de Lohengrin.

J.Liebig

Y como siempre y en relación a la ciencia, en los bustos de este templo también están presentes  científicos relacionados con la veterinaria y la zootécnica:Liebig, químico alemán considerado el padre de la fertilización. Afirmaba que el crecimiento de las plantas no es controlado por el monto total de los fertilizantes, sino por el más escaso. De esto se deduce que hasta el elemento más insignificante para la vida es en realidad imprescindible para ésta. Usó la imagen de un barril, que ahora se llama el barril de Liebig para explicar su ley. Así como la capacidad de un barril con duelas de distinta longitud la limita la más corta, así el crecimiento de una planta se ve limitado por el nutriente más escaso. La misma norma y el ejemplo del barril sirven también para los minerales en la nutrición animal.

Siguiendo con las eminencias inquilinas del Valhalla relacionadas con las ciencias tenemos a Paracelso que hoy sería suizo y que llegó a la siguiente conclusión: «Todo es veneno y nada es veneno, sólo la dosis hace el veneno». Es decir, cualquier sustancia podía ser un medicamento o un veneno, sólo la dosis determina una u otra cosa.

Otro científico inquilino del Valhala es Mendel (aunque hoy sería checo), el padre de la genética y uno de los pilares de la zootécnica. Enunció sus tres famosas leyes basada en su experiencia con guisantes de los que aisló líneas puras para los caracteres amarillo y verde y rugoso y liso. En estos tres enunciados describe como se transmiten los caracteres y conceptos como gen, alelo, dominante o recesivo son obra suya .  

Al que no vi en el templo de los genios siendo alemán y lo eché de menos fue a Robert Koch. El descubridor del bacilo de la tuberculosis, que enunció también unos postulados comunes a las enfermedades infecciosas. Sus postulados constituyen un protocolo para comprobar empíricamente que un determinado microorganismo es el agente causante de la enfermedad.

R. Koch

En cuanto a las visitas profesionales que hicimos, la más interesante fue en una granja en la que cebaban 1.500 lechones alimentados con cereales que ellos mismos cultivaban. Casi autosuficientes, sólo compraban de fuera un corrector (fuente de vitaminas y minerales) y una harina de soja (como aporte de proteína para elaborar el pienso).

Tenían una fábrica preciosa construida con madera de picea, donde almacenaban y molían el cereal, además de mezclarlos con la soja y el corrector. El clima de Bavaria es muy húmedo, lo que no permite secar el maíz, cebada y trigo por debajo del 16% de humedad. Este porcentaje es el límite establecido para que los cereales no se enmohezcan. Para evitarlo aplican antifúngicos que les proveen nuestros anfitriones de ADDCON.

Un digestor de purines aprovechaba el metano para producir electricidad que alimenta la red y agua caliente que conducen y venden a sus vecinos. El residuo del proceso es suficiente para fertilizar los cultivos de cereales, por lo que solo compran de fuera dieciocho kilos por hectárea de un fertilizante corrector. Todo un ejemplo de economía circular que suministra a los alemanes la materia prima para elaborar sus salchichas y sus codillos.

Estas comidas supercalóricas regadas con mucha cerveza no parecen la dieta ideal para una cantera de artistas, científicos y pensadores, pero ¡ahí los tenéis! Aunque en algunas culturas estos alimentos se consideran que engrasan o embotan el cerebro, con estos ejemplos parecería que parece que más bien lo lubrifica.  

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