Mick Jagger y los telómeros

¡Hola carbonian@s!

Bienvenidos a la #carbonoticia 23, mi última contribución antes de la VACACIÓN. Por no perder la costumbre te diré que no tengo ni idea de qué contarte. Estas últimas semanas han estado repletas de cosas superinteresantes. Lo que cualquiera 25 años más joven llamaría #Eventos. En mi mundo #viejoven todo lo que no esté relacionado con el trabajo es un acontecimiento.

Para no marear la perdiz, te lo suelto a bocajarro y a ver si a tu lado salgo de esta. A golpe de lunes, fui al concierto de Guns N’ Roses en Vigo. La media de edad era elevada a ambos lados del escenario. Slash, brutal. Axl Rose tuvo tiempos mejores. Tardé días en recuperarme, pero mereció muchísimo la pena.

Esa misma semana, gracias a Bernardo y a mi hermana, aprendí a encordar mejilla de mejillón 😉. Me tocó el primer sol de verano. Di un paseo por la batea. Me sentí bien. Capaz. En muy buena compañía.   

En el cumple sorpresa de un amigo nos reencontramos varios compañeros de carrera. A algunos no los veía desde hacía años. Nos pareció que estábamos estupendos ¡Subidón! Una semana más tarde, estábamos de boda. Con Bea, Olga, Sonia, Arancha y Ana Belén, compis molonas del cole, pasamos un finde en Santiago de Compostela de los que hacen historia y te curan todos los males.

Aquí estamos, como si no hubiese pasado el tiempo 🙂

¡Feliz cumpleaños su majestad!

En resumen, el mes de junio fue de reencuentros y diversión. Todavía no me recupero. Por eso alucino cuando me entero de que Mick Jagger cumple hoy 80 añazos, el pavo sigue al pie del cañón ¡y en octubre sus satánicas majestades sacan disco! No sé si quiero saber cuál es el secreto, pero me ha dado por pensar en los telómeros.

Los telómeros son los extremos de los cromosomas. Y a mí qué tu primo, dirás. Son regiones de ADN altamente repetitivo y no codificante (No se traduce a proteína). Su función es proteger los extremos de los cromosomas para que no se gasten. Cada vez que una célula se divide se acortan un poquito. Llega un momento en que ese acortamiento es crítico y las células ya no se dividen, los tejidos no se regeneran, apoptosis, senescencia. Muerte y destrucción.

Piensa en un lápiz. Al grafito con el que podrías escribir tus memorias, lo protege un tubo de madera que se acorta cada vez que lo afilas, como los telómeros. Un día, tienes un lapicillo pequeño pero funcional, que te da pena tirar y que en breve será imposible afilar porque es más chiquitillo que el afilalápices. El ciclo de la vida.

No todo está perdido

Da penita ¿no? Habíamos empezado en todo lo alto y ahora a ver quién levanta esto. Me he dejado lo mejor para el final 😉 Nos faltaba la heroína en esta historia, y no, no tiene nada que ver con los Rolling Stones. Con todos ustedes ¡Tachaaaaaán! la señora telomerasa.

La telomerasa es la enzima responsable de mantener la longitud de los telómeros añadiendo secuencias repetitivas ricas en guanina. El equivalente a la portera de un edificio. Se encarga de mantenerlo impoluto y así no es tan patente el paso del tiempo en las zonas comunes. Como buena portera, tiene sus favoritismos, claro. Está activa en gametos y células madre. Nada que una caja de bombones (figurada) no pueda arreglar. Si quieres ser su vecin@ favorit@ come sano, toma vitaminas, duerme bien, haz ejercicio y no te estreses MariCruz, por lo que más quieras. Qué así no vamos a ninguna parte.

Lo cierto es que la telomerasa no trabaja en células somáticas diferenciadas. Es más, cuando lo hace es porque se le ha ido la pinza y en el 75-80% de las células cancerosas derivadas de estas células se ha detectado su presencia. El lado oscuro de la fuerza, mi pequeño padawan.

Oppenheimer o Barbie

Si la cosa va de reducir el estrés, nada como la magia del cine (vale, hay más cosas Marco Antonio, pero tenemos que ir acabando). Para gustos colores y Barbie no la he visto, pero a las tres horas de Oppenheimer no les sobra un minuto. Ahí lo dejo.

Si tengo que elegir una banda sonora mientras se acortan mis telómeros, la primera canción la firma Pedro Capó y es La Fiesta. Se puede decir más alto, pero no más claro. «Bebí, fumé, me enamoré, metí la pata, metí el pie, me di dos palos, medité, me di el abrazo y el café, me dio un dolor de no sé qué, busqué la causa en internet, dice que voy a morirme de algo, y que no es de la risa.» ¡Va por ustedes!

¡Hasta la próxima!

#SinCienciaNoHayFuturo  

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