Estamos ya a las puertas de las fiestas navideñas, una época de sabores, tradiciones y recuerdos. Seguro que en vuestras casas ya se empiezan a organizar las celebraciones. Un año más saldrán de sus cajones la cubertería, la vajilla y la mantelería de las grandes ocasiones. También estaréis pensando que platos preparar y para cuantos invitados cocinar. Y es que estas fiestas se celebran alrededor de una mesa con familia y amigos comiendo, bebiendo y celebrando durante horas.
Por eso me he puesto festiva y hoy vamos a saber más de los platos típicos de pescado y marisco que se consumen en Navidad. ¿Sabéis de donde viene la costumbre de cenar en nochebuena pescado? Y el marisco, ¿Por qué comemos marisco en estas fiestas? Todas estas costumbres tienen su porqué, y es lo que os voy a contar en esta entrada.
La Navidad surgió como una fiesta religiosa que celebraba el nacimiento de Jesucristo. La iglesia católica estableció prepararse el día anterior, el de la Nochebuena, como un día de penitencia. Había que mortificar el cuerpo para participar con un “espíritu limpio” en el misterio de Belen. Para fomentar el ayuno y por orden de la iglesia se debía hacer una sola comida ese día y por supuesto, sin carne. Y los fieles cenaban muy temprano porque tenían que dejar pasar al menos tres horas hasta la “misa del gallo”. ¿Qué os parece? El origen de una de las cenas más abundante del año tiene relación con el ayuno. Curioso.
Aunque a dia de hoy permanece como símblo de tradición cenar pescado en muchas zonas de España (bacalao en Galicia, besugo en Madrid y Cantabria o merluza en Asturias y País Vasco), a partir del Concilio Vaticano II de 1959 la prohibición de comer carne va desapareciendo.
¿Y por qué se cena en Galicia el bacalao con coliflor? Pues los expertos culinarios creen que es debido a que la coliflor era una verdura de temporada muy accesible en Galicia en esta época del año. El bacalao se explica porque era muy barato y al estar conservado en sal, se conservaba muy bien. Encima, era un plato barato…aunque ahora ya no tanto.
El marisco lleva formando parte de la dieta de los humanos desde hace más de 150 000 años, aunque no siempre asociado al lujo. El marisco solo se comía en zonas costeras porque aunque era un alimento abundante, soportaba mal el traslado tierra adentro. ¡Ah! y lo que no comían lo usaban como abono para el campo y alimento para el ganado.
Como la víspera de Navidad no se podía comer carne, los fieles usaban pescados y mariscos para cumplir con el precepto de la iglesia. A partir de los años 60 el avance de los congeladores, las comunicaciones y las líneas de transporte favorecieron el consumo de los mariscos y pescados frescos en zonas más alejadas de la costa. Se consiguen así precios asequibles y una oferta muy variada de productos y calidades.
Esta tradición de comer pescados y mariscos en la víspera de Navidad no es exclusivo de España: en Italia se celebra todavía la “Fiesta de los Siete Peces” que consiste en una cena de siete platos de pescados y mariscos que representan los siete sacramentos.
Como curiosidad final, la sabiduría popular cuenta que los mejores meses para comer marisco (almejas, vieiras, ostras, langostas, gambas, cigalas, nécoras, centollas, etc) contienen la letra R. Y diciembre tiene una R…
Y para acabar desearos a todos los carbonian@s una Feliz Navidad y un año 2024 lleno de mar.
¡Hasta la próxima entrada marina!