Recientemente, mientras hablaba con otros profesores del departamento, surgió el tema de la metodología actual que tenemos para reconocer y estimular el esfuerzo del profesorado en investigación. En términos simples, los docentes universitarios asumen alrededor de 240 horas lectivas al año, las cuales pueden reducirse mediante la demostración de un nivel significativo de compromiso en actividades de investigación (publicaciones científicas, participación en proyectos de investigación, etc.).
La investigación desempeña un papel crucial en el ámbito universitario al impulsar la generación de nuevos conocimientos y la exploración de los desafíos y límites de la ciencia. No obstante, ¿no deberíamos también reconocer y recompensar otras formas de contribución como la divulgación científica a la sociedad, al igual que hacemos aquí en cienciacarbónica?
A partir de esta reflexión, me gustaría compartir algunas ideas sobre el papel vital de los científicos y científicas, a menudo subestimado en comparación con aspectos como la investigación, pero que desempeña un papel fundamental en beneficio de la sociedad.
¿Qué es la diseminación o divulgación científica?
Empecemos por definir un poco este tema. La diseminación o divulgación científica es el acto de compartir y comunicar los avances científicos y el conocimiento de manera accesible y comprensible para el público en general. Es la conexión crucial entre la comunidad científica y la sociedad en su conjunto, derribando barreras y haciendo que conceptos complejos sean comprensibles para todos.
¿Quiénes fueron los primeros divulgadores científicos?
La historia de la divulgación científica está marcada por pioneros y pioneras que, con pasión y visión, llevaron la fascinación por la ciencia a audiencias más amplias. Entre estos visionarios se encuentran figuras notables como Galileo Galilei, quien desafió en el siglo XVII las creencias establecidas de su época y compartió sus observaciones astronómicas de manera accesible con la sociedad de la época.
Además, Mary Somerville, una destacada matemática y científica del siglo XIX, fue otra precursora crucial en la divulgación científica y considerada la primera divulgadora científica de la historia (Muy Interesante). Su obra «On the Connexion of the Physical Sciences» (Sobre la Conexión de las Ciencias Físicas – disponible de forma gratuita a través del proyecto Gutenberg) fue un hito al explicar conceptos científicos complejos de manera comprensible para el público general, y es considerado uno de los libros de ciencia más vendidos del siglo XIX.
Figuras notables algo más recientes como Rachel Carson (1907-1964) que a través de la publicación de “Primavera silenciosa” contribuyó a la puesta en marcha de la moderna conciencia ambiental o Carl Sagan (1934-1996), cuya serie televisiva «Cosmos» llevó la ciencia a los hogares de millones de personas, popularizaron la ciencia a través de la pantalla y la lectura.
Todos estos y muchos otros divulgadores y divulgadoras sentaron las bases para una tradición que ha evolucionado con el tiempo, inspirando a generaciones de comunicadores científicos a compartir el conocimiento y la maravilla de la ciencia con el mundo.
¿Qué aporta a la sociedad?
La divulgación científica aporta innumerables beneficios a la sociedad. En primer lugar, promueve la comprensión pública de la ciencia, permitiendo a las personas tomar decisiones informadas en su vida cotidiana y participar activamente en el discurso científico. Además, ayuda a inspirar vocaciones científicas al mostrar la fascinación y la relevancia de la investigación. También desempeña un papel crucial en la rendición de cuentas al permitir que la sociedad evalúe y comprenda el impacto de la investigación científica en su conjunto.
¿Qué rol tiene el personal docente investigador en esta tarea de divulgación?
El personal docente investigador juega un papel esencial en la tarea de divulgación científica. Estos profesionales no solo generan conocimiento a través de su investigación, sino que también tienen la responsabilidad de compartir este conocimiento con la sociedad. Al hacerlo, contribuyen a derribar las barreras entre la academia y el público en general, fomentando una apreciación más amplia de la ciencia. Además, la divulgación científica mejora la visibilidad de la institución educativa, fortaleciendo su conexión con la comunidad y promoviendo una cultura de aprecio por el conocimiento científico.
Conclusión
Creo que queda clara la importancia de la investigación y sus avances para la sociedad. Pero quizás deberíamos dar una mayor visibilidad (y volumen) a la importancia de comunicar estos avances científicos con la comunidad, en un lenguaje accesible. Al final, la mayoría de la investigación, al menos en España, esta sustentada mediante los impuestos de los ciudadanos.