Como ya os conté en entradas anteriores, una parte importante de mi trabajo es estudiar el crecimiento de los peces. Conocer su edad es fundamental para poder interpretar y entender muchos aspectos de su biología. Y ocurre lo mismo con los mamíferos marinos.
Como recordatorio, un método habitual para estimar la edad en animales marinos consiste en identificar las marcas que se forman en determinadas partes de su cuerpo y relacionarlas con el paso del tiempo, del mismo modo que los anillos en los troncos de los árboles. En el caso de los peces óseos utilizamos los anillos que se forman en los otolitos, ¿verdad que os suena? No me extiendo más que esto ya os lo he contado en entradas anteriores….
Como el término mamíferos marinos agrupa animales con diferentes características, vamos a dedicar esta entrada a los delfines y cachalotes. ¿Cómo podemos conocer la edad en estos animales? Ambos son cetáceos odontocetos, es decir cetáceos que no tienen barbas sino dientes, y esto es una pista. Aunque se han utilizado diversas técnicas para “datarlos” (conocer su edad), la más prometedora está relacionada con la identificación y cuantificación de capas que se depositan cada cierto tiempo en los dientes. Contar los llamados “grupos de capas de crecimiento” (GCC) que aparecen marcados en el diente nos proporcionará la edad del delfían o cachalote al que pertenecía.
Para observar las capas de crecimiento (GCC) en el diente de un delfín, éste ha de pasar por un tratamiento previo: Primero se limpian bien las piezas dentales mediante lavado y posterior cocción. A continuación se descalcifican y en la zona media del diente se realizan cortes longitudinales. Posteriormente se incluyen en resina o parafina y se cortan secciones muy finas en el micrótomo. Para identificar mejor al microscopio los GCC, estas láminas se tiñen, obteniendo un resultado como el que podemos ver en la imagen inferior.
Como curiosidad os cuento que los delfines comen por succión y no utilizan los dientes para desgarrar ni tampoco para masticar, así que sus dientes no están diferenciados.
En el caso de los dientes de cachalote, el proceso consiste en obtener secciones utilizando una herramienta (Isomet) capaz de cortar con precisión piezas delicadas como estos dientes. Finalmente, y para resaltar las bandas de crecimiento, se incluyen estas secciones en ácido fórmico.
¿Y para qué sirve datar a delfines y cachalotes utilizando sus dientes?
La edad se aplica a estudios de dinámica poblacional, y permite conocer la estructura por edad de la población o identificar la edad a la que maduran sexualmente. Además, del análisis de los dientes se puede obtener información extra acerca de la historia de la vida del animal, de las condiciones ambientales en las que vivió, contaminantes, etc. Todos estos estudios permiten adoptar políticas adecuadas en la gestión para la conservación de estas especies.
¿Y qué ocurre en el caso de los mamíferos marinos que no tienen dientes? Pues tendréis que esperar a la siguiente entrada, así que estad atentos.
Como en ciencia el trabajo siempre sale mejor en equipo, quiero agradecer al Doctor Camilo Saavedra Penas, experto en mamíferos marinos, su asesoramiento y el permitirme el acceso y difusión de las muestras almacenadas en el equipo de mamíferos marinos del CO de Vigo. También a mi colega y amiga Esther Roman Marcote por cederme sus imágenes de delfines y cachalotes recogidas en las campañas de las que es responsable.
¡Hasta la próxima entrada marina!