Seguro que todos habéis oído hablar del calentamiento global y de las consecuencias que está provocando en los ecosistemas marinos. Es habitual en nuestras costas la aparición de especies que hasta hace poco eran exclusivas de aguas más cálidas (tropicales). Esto también está ocurriendo en países aún más al norte de Europa. Allí hay pesquerías dirigidas a peces cuya presencia hasta no hace mucho era simbólica: la pesca de merluza en aguas de Noruega es un buen ejemplo.
La distribución de los peces en el mar depende en gran medida de la temperatura del agua donde habitan. Si en el mar se alcanza una temperatura por encima o por debajo de un valor, la especie desaparece en busca de mejores condiciones para vivir.
Con el calentamiento global el agua de los océanos está aumentando de temperatura a una velocidad inusitada. Para adaptarse al cambio, ¿Qué estrategias están desarrollando las especies pesqueras? Pues en el hemisferio norte se observa que están apareciendo más al norte del que hasta ahora era su hábitat o bien se están localizando en aguas más profundas.
Entonces, ¿El calentamiento global provoca la migración de los peces en busca de aguas más frías? Las evidencias científicas así parecen indicarlo, aunque no es fácil demostrar una relación directa.
Como ejemplo he seleccionado algunos estudios que se han publicado: Uno de ellos, de 2004 y publicado por Beare et al. compara las especies presentes en el Mar del Norte y en la costa oeste de Escocia entre 1925 y 2004 (¡80 años de datos!). Analizando la información demostraron un aumento en la abundancia de especies «exóticas» en el Mar del Norte: salmonetes, anchoas, sardinas… Y este aumento fue casi exponencial a partir de mediados de los años noventa.
Por otro lado, otro estudio deduce que el aumento de la temperatura del mar afectará al tamaño de los peces al reducir el contenido de oxígeno que tendrían disponible. La consecuencia sería la disminución del tamaño de los peces. Estos pondrían un menor número de huevos y serían más pequeños…
A día de hoy podemos deducir que el calentamiento global provoca variaciones medioambientales en los océanos, altera el ciclo de vida de los peces y cambia la distribución, cantidad y calidad de la pesca. Ante este nuevo escenario que se avecina, se impone unir los esfuerzos de pescadores y científicos para plantear estudios en profundidad que permitan establecer un buen manejo de los recursos pesqueros.
¡Hasta la próxima entrada marina!