¡Hola carbonian@s!
Espero que estés llevando una buena vuelta a la “nueva normalidad” que se está instaurando en nuestras vidas ;). Aunque ya empecemos a estar un poco cansados de escuchar la palabra COVID, todavía nos queda mucho por saber sobre este pequeño virus que tanto daño está causando en todo el mundo. Y por ello hoy quiero continuar con las entradas que hicieron Alba y María Luz al principio de esta pandemia, para así seguir arrojando un poco de información contrastada sobre el coronavirus y en este caso, con nuestros animales de compañía, de producción o salvajes.
Primero os pondré en antecedentes. Los coronavirus se descubrieron por primera vez en 1930 en pollos. Los animales positivos presentaban signos de infección respiratoria aguda. En la década de los 60, se descubrió que también había virus parecidos al de 1930 pero que afectaban solo a personas. Este hecho propicio que en 1968 Almeida y sus colaboradores propusieran el nombre de coronavirus para agrupar una serie de virus. En concreto se agruparon por su similitud en su forma externa de corona y que se caracterizaban por causar problemas respiratorios tanto en animales como en humanos. Desde entonces se han identificado un gran número de nuevos coronavirus en animales, así como en personas. Los que más impacto han tenido en la salud de personas han sido los casos del SARS-CoV en 2003, el HCoV NL63 en 2004, el HCoV HKU1 en 2005, el MERS-CoV en 2012 y finalmente nuestro actual SARS-CoV-2.
Es sabido que hay coronavirus que afectan a especies de mamíferos o de aves, pero causan enfermedades distintas en cada uno de ellos. De hecho, una determinada cepa de coronavirus puede causar enfermedades en una especie animal en concreto y no afectarnos a nosotros y viceversa. Por ejemplo, algunos de los coronavirus que se han aislado en animales llegan a causar problemas en varios órganos diferentes. En cambio, en humanos las lesiones se suelen restringir a la parte respiratoria.
Aunque haya coronavirus de animales y coronavirus de personas, se especula que todos los coronavirus de personas vienen de los animales. El murciélago, la rata, la gineta, el camello, el ganado y los animales domésticos son muchas de las especies animales conocidas en la actualidad que trasmiten enfermedades a los humanos. Con el COVID todavía no hay un consenso científico acerca de cuál es la especie que ha podido transmitir la enfermedad a los humanos, pero el murciélago tiene muchas “papeletas”. Este pequeño mamífero volador es un viejo conocido de los investigadores por ser reservorio de varios tipos de coronavirus.
Y pensaréis, ¿y el resto de animales… pueden contagiarse y transmitir el famoso COVID-19?
Pues como ya hemos dicho, generalmente si un coronavirus causa infección en una especie determinada es muy raro que también afecte a cualquier otra especie. Por ello, el COVID-19, como es un coronavirus que infecta a humanos es muy raro que afecte a nuestros animales. Las noticias sí que nos han ido transmitiendo que desde que hubo dos perros que se confirmaron en China infectados de coronavirus, luego se ha detectado también en gatos, visones, tigres y leones en zoos. Pero en ningún caso se ha informado que hayan sufrido la enfermedad. Además, las investigaciones sugieren que varias especies pueden ser infectadas, pero ello no quiere decir que desarrollen la enfermedad como nosotros. De hecho, en experimentos de laboratorio con gatos, murciélagos, hurones, monos Rhesus y hámsteres han visto que se pueden infectar, pero sin desarrollar la enfermedad. Con lo que os podéis quedar tranquilos con la salud de vuestros animales con el COVID-19.
Cuidaros mucho carbonian@s, hasta la próxima!
Bibliografía consultada:
Virology: Coronaviruses. (1968). Nature, 220(5168), 650–650. doi:10.1038/220650b0
Tyrrell DA, Fielder M (2002). Cold Wars: The Fight Against the Common Cold. Oxford University Press. p. 96. ISBN 978-0-19-263285-2.