Un rayo de sol, oh, oh, oh…!

Hola carboamigos!! Dado que llega la temporada veraniega, hoy os cuento cómo nos afecta la radiación solar para poder beneficiarnos de ella.

¿CÓMO INCIDE LA RADIACIÓN ULTRAVIOLETA (UV)?
Se denomina radiación ultravioleta o radiación UV a la radiación electromagnética cuya longitud de onda está comprendida aproximadamente entre los 400 nm (4×10−7 m) y los 15 nm (1,5×10−8 m).
Algunos de los efectos de esta radiación en nuestro organismo son:
1) Induce formación de especies reactivas de oxígeno, ROS, relacionadas con el estrés oxidativo.
2) Daño DNA. Puede provocar alteraciones en el proceso de división celular, en la replicación del DNA…
3) Aumenta las interleuquinas 1 y 6 en los queratinocitos, que estimulan también la división celular y los procesos oxidativos.
4) Induce formación de las “sun-burn cells”. Las “sun-burn cells” son alteraciones en los queratinocitos con una morfología característica en el núcleo o el nucléolo, y pueden llegar a provocar la apoptosis.
5) Estimula la producción de colagenasas, que inician la degradación de las fibras de colágeno. La luz ultravioleta daña las fibras de colágeno, y causa una producción excesiva de fibras de elastina anormales.
Todos estos procesos pueden desencadenar alteraciones vasculares (como la ectasia vascular), discromías pigmentarias (manchas en la piel), arrugas y piel laxa, o incluso neoplasias malignas.
Por supuesto , no todos estos efectos llegan a desarrollarse, algunos de ellos son mas comunes y otros no llegan a producirse.
Dependerá tanto de factores intrínsecos al individuo , su material genético hereditario, y de factores extrínsecos o ambientales, como el grado de exposición solar, la incidencia de los rayos (hora, latitud, altitud..) y por supuesto, la protección solar, de la que os hablaré más adelante.

EFECTOS BENEFICIOSOS
Sin embargo, tomar el sol de una manera responsable y bajo protección contribuye a mantener una buena salud, ya que aporta beneficios físicos y emocionales como:
1) Fortalece los huesos y dientes. Los rayos UV ayudan a producir vitamina D en la piel. Un déficit de Vitamina D puede provocar osteoporosis, fractura ósea, etc.
2) Reduce el acné. Por esto mismo, en algunas enfermedades de la piel como la psoriasis es recomendable tomar el sol.
3) Estimula el sistema inmunitario. Ayuda a incrementar el número de linfocitos, macrófagos etc.
4) Ayuda a metabolizar el colesterol porque la luz UV es necesaria para metabolizar el colesterol
5) Disminuye la presión sanguínea. Vitamina D disminuye los niveles de hormona paratiroidea, encargada de liberar el calcio de los huesos y de regular la presión sanguínea. Cuando aumentan los niveles de vitamina D por efecto del sol, disminuye la hormona paratiroidea y la presión sanguínea en consecuencia.
6) Mejora el estado de ánimo debido la serotonina, que también interviene en la regulación del sueño, la temperatura del cuerpo y la conducta sexual.
7) Mejora la calidad de sueño. la melatonina que se encarga regular los ciclos de sueño.

LA IMPORTANCIA DE USAR PROTECCIÓN SOLAR.
Los mejores protectores solares contienen uno de los siguientes compuestos: óxido de zinc o dióxido de titanio. Ambos son filtros físicos también conocidos como bloqueadores solares. Se trata de polvos minerales inertes que forman una capa en la piel para reflejar la luz e impedir que los rayos UV penetren en nuestro cuerpo. Otros compuestos actuán absorbiendo la radiación UV convirtiéndola en calor. Pueden proteger frente a los filtros UVB (por ejemplo el padimato), frente a los filtros UVA (por ejemplo la avobenzona) o frente a ambos (como el ecamsule o Mexoryl). El Factor de Protección Solar (FPS) nos indica el número de veces que el fotoprotector aumenta la capacidad de defensa natural de la piel frente al eritema o enrojecimiento previo a la quemadura.

Cálculo del Factor de Protección Óptimo

Para calcular el FPS, se valora la dosis mínima de radiación UV que produce la primera reacción eritemática perceptible en la piel humana (MED). La MED se determina con y sin fotoprotección. La relación entre ambas es el FPS. Por ejemplo, una persona de piel clara que normalmente empieza a quemarse después de diez minutos al sol tardaría 15 veces ese tiempo con un FPS 15 (150 minutos o 2,5 horas).
Con este cálculo, podemos hacernos una idea del protector solar que debemos utilizar.

Y con esta carbonoticia os animo a todos a hacer un uso responsable de la radiación para disfrutar al máximo de los rayos de sol!!

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