La edición genética a nuestro alrededor.

Hola carbonian@s hoy vengo a acercaros al mundo de la edición genética, que muchas veces nos sigue sonando a ciencia ficción. O llega a parecer algo negativo cuando hablamos de manipulación genética. De ninguna forma es algo de otro mundo. Esta tecnología la tenemos cada día más cerca de nuestras vidas. Desde cosas como tener tomates “ideales”, redondos, rojos, resistentes a plagas; hasta deshacernos de enfermedades que hasta hace poco parecían impensables de eliminar.

Todos los organismos vivos, incluso aquellos microscópicos, tienen un cierto número de genes. Desde que estos se descubrieron a mediados del siglo XX, los científicos se han dedicado a conocer todos los genes que tenemos los humanos, los animales y las plantas. El objetivo ha sido dar respuesta a preguntas cómo, ¿es posible tener cultivos resistentes a las plagas? O ¿podríamos curar enfermedades genéticas?. Para ello desde la década de los 70 se vienen estudiando la multitud de posibilidades que presenta la ingeniería genética.

Edición genética en cultivos.

En alimentación, se lleva trabajando mucho en edición genética para así obtener mejores productos. Se busca que además de generar beneficios nutricionales, sean también funcionales y de “estética” para que nos entren mejor por el ojo. Pero, a día de hoy, y aunque está global y oficialmente está aceptado que este tipo de manipulaciones no generan ningún problema en los alimentos que consumimos, todavía hay muchos científicos que ponen en tela de juicio estas prácticas, sobre todo en los casos de cosechas a gran escala.

En 2012 apareció una nueva técnica de edición genética, el CRISPR, que está siendo una revolución ya que es una herramienta fácil y asequible para manipular el genoma. Su función es la de buscar un gen en el genoma, recortarlo e insertar nueva información. Además, respecto a métodos más antiguos de mutagénesis empleados, el CRISPR ofrece una mayor eficacia al modificar el gen de interés y reduce la posibilidad de que se produzcan mutaciones aleatorias que puedan suponer un riesgo para la salud. ​

Desafortunadamente, cuando algo se convierte en asequible para trabajar y ofrece multitud de posibilidades, destapa un interés desmesurado. Y en julio de 2018, se ha establecido que el sistema CRISPR genera organismos genéticamente modificados igual que los producidos con la mutagénesis (os dejo el link de la noticia por si queréis entender mejor el tema).

https://www.nytimes.com/es/2018/07/31/espanol/cultivos-geneticamente-modificados-europa.html).

En favor del CRISPR, decir que, aunque provenga de una bacteria hemos de tener en cuenta que nuestro propio genoma contiene en su secuencia multitud de repeticiones de ADN. El origen de estas repeticiones es un retrovirus (un tipo de virus). Por tanto, es ADN exógeno y de momento no ha habido hasta ahora ningún problema trascendental en nuestra especie.

El CRISPR no sólo está generando un gran éxito en el sector agrícola, a pesar de las controversias políticas, sino que en el sector médico se ha instaurado como una excelente herramienta de trabajo.

Edición genética en medicina

A día de hoy, los científicos pueden usar CRISPR para manipular el genoma de maneras antes inimaginables: corregir mutaciones genéticas, eliminar secuencias patógenas del genoma, insertar secuencias terapéuticas, activar o desactivar genes, etc.

Gracias a esta tecnología, se ha dado un gran salto en la edición génica, permitiendo, a través de una manipulación más precisa y rápida, la reproducción de la enfermedad de un paciente en un modelo animal. Y, de la misma forma se está utilizando para estudiar el cáncer.

Pues atentos, porque en los últimos meses ya ha salido una nueva tecnología que parece va a superar el CRISPR. Es la llamada edición de calidad o “prime editing” que escribe nueva información genética directamente en el genoma.

Como habéis visto estas tecnologías cada vez forman más parte de nuestro día a día, dando respuestas y soluciones a multitud de cosas que nos rodean y nos ocurren. Por ello no debemos olvidar que todo cambio genético puede resultar beneficioso, pero también perjudicial.

¡Hasta la próxima carbonian@s!

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