¿Te apetece convertir tu casa en un laboratorio de biología durante este puente? Pues ponte manos a la obra porque hoy te voy a dar las claves para que consigas hacer algunos experimentos sencillos sin salir de casa.
Elabora un pHmetro
Un pHmetro es un medidor de pH. Si recuerdas de las clases de química, el pH es una medida de la concentración de protones de una solución. Se mide en una escala donde los valores más bajos (1-6) indican pH ácido y los más altos (8-14), pH básico. Los valores en torno a 7-8 indican un pH neutro. Además de los pHmetros comerciales, en el laboratorio muchas veces utilizamos unas tiras de papel (papel de tornasol) que cambian de color dependiendo del pH de la solución, así como unas gotas de indicador universal, que al aplicar en la solución dan un color u otro según esta sea ácida o básica.
Pues bien, hoy te propongo que elabores en casa un indicador de pH. Para ello, hierve unas hojas de lombarda y utiliza el agua de cocción como indicador. La lombarda contiene unos pigmentos denominados antocianinas, que transforman los rayos dañinos del sol en calor. Estas moléculas tienen la capacidad de cambiar de color según el pH. Si la solución es ácida, al añadir unas gotitas de agua de lombarda se pondrá roja, si es neutra, cambiará a morada y si es básica, se tornará entre verde y amarillo. Prepara distintos recipientes con alimentos o productos básicos (lejía, bicarbonato), neutros (leche, agua, gel neutro) o ácidos (zumo de limón, café) y añádeles unas gotas de la “solución de lombarda” ¿de qué color se ponen? Te puedes ayudar de esta escala para afinar más:
Haz tu propio yogur
El secreto del yogur es la fermentación de la leche por parte de distintas bacterias lácticas que convierten la lactosa en ácido láctico. Estas bacterias se pueden comprar comercialmente, pero las podemos encontrar muy fácilmente en yogures comerciales con fermento vivo (todos aquellos que han de refrigerarse en la nevera). Pues bien, el proceso es sencillísimo. Sólo necesitarás un yogur, un litro de leche y los recipientes donde elaborarlo. Yo lo suelo hacer en vasitos (puedes reusar esos recipientes de vidrio donde envasan algunos yogures). La proporción es más o menos: una cucharada de yogur por vasito (un yogur me suele dar para unos 7 vasitos) y unos 100-150 ml de leche por vasito. Podemos tapar los vasitos con papel aluminio. Ahora lo importante es que estén unas 8h a 37ºC. ¿Cómo conseguimos esto? Pues hay distintos métodos: se puede utilizar una olla exprés en la que hayamos hervido agua durante un minuto, la vaciemos y metamos dentro los yogures. Cerramos la olla y mantenemos los yogures 8 h en su interior. Después dejamos enfriar y a la nevera. Otra opción es calentar un horno un rato (al mínimo) apagar y meter dentro los yogures durante unas 8 horas. Al igual que antes, los dejamos enfriar y a la nevera. ¿Te atreves?
Prueba a esferificar alimentos
Te propongo que transformes alimentos líquidos o semisólidos en alimentos sólidos y sorprendas a tu familia. Por ejemplo, puedes utilizar los yogures que has preparado con anterioridad, ya que para el proceso es imprescindible que utilices calcio. También necesitarás alginato de uso alimenticio, que puedes conseguir en algunas tiendas de alimentación especializadas. El alginato reacciona con el calcio formando un polímero que dará ese aspecto gelificado al alimento. El proceso que tienes que hacer es muy sencillo: introducir pequeñas porciones de yogur en la solución de alginato, esperar que se haga una esfera, rescatarlo con una cucharilla e introducirlo en un recipiente con agua para eliminar el exceso de alginato antes de comerlo. Ferrán Adriá utiliza esta técnica para muchos de sus platos estrella.
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