Hola Carbonian@s! hoy me estreno en las carbonoticias y tenía pensado hablaros de mi trabajo, pero, me he encontrado por las redes que el último miércoles de cada mes de abril se celebra el Día internacional de concienciación sobre el ruido; y me ha parecido un gran tema para compartir con todos vosotros y que creemos conciencia juntos.
Pues bien, este miércoles 24 de abril de 2019 se celebran 23 años desde que el Centro del Oído y Comunicación (Center of Hearing and Communication, US) creó esta campaña internacional de concienciación ciudadana para alertar sobre los efectos adversos de este problema ambiental que va en aumento. Y es que, según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), España es el segundo país más ruidoso del mundo. Así que, ¿qué sabemos de estos efectos adversos?
La OMS reconoce que el ruido es un riesgo para la salud y que en Europa accidental se estima que llegan a perder un millón de vidas debido a complicaciones relacionadas con el ruido como hipertensión arterial, fallo cardiaco e infarto. Es extraño, pero en ocasiones es difícil llegar a comprender la complejidad de hasta dónde llega la magnitud de un problema que parece intangible, y este es el caso del ruido. Eso que parece que no molesta tanto, porque ya nos hemos acostumbrado a vivir con ello, pero que día a día está afectando a nuestra salud y bienestar sin darnos cuenta. Y para entender mejor su impacto, informaros de que la Agencia Europea del Medio Ambiente estima que el ruido medioambiental causa al menos 16.600 casos de muerte prematura en Europa cada año, con al menos 32 millones de adultos sufriendo molestias por ello y hasta 13 millones con alteraciones del sueño.
Pirámide del riesgo en la salud por RUIDO
Hace unos días ha salido un estudio de colaboración española con numerosos países en el que describen cómo influye el exposoma urbano en el peso al nacer de los bebes (Nieuwenhuijsen MJ et al 2019). ¿Qué es eso del exposoma humano? ¿Y a qué viene a cuento? Es cómo se considera al cúmulo de exposiciones ambientales a las que nos enfrentamos a lo largo de nuestra vida desde que nacemos. En este caso se ha visto que en zonas dónde hay más contaminantes ambientales, los niños nacen con menos peso respecto a los que nacen en zonas donde no hay riesgos medioambientales alrededor.
Los animales no se quedan atrás en este problema, ya que a día de hoy es bien sabido que, la contaminación ambiental por ruido está cambiando los comportamientos de nuestros animales. ¿Sabéis cuál es el mamífero con el oído más sensible a los sonidos?… El murciélago, y muy a su pesar, varios estudios en los últimos años nos alertan de graves disminuciones del tamaño sus poblaciones por todo el mundo. Estos animales hacen una gran función en la cadena nutricional (trófica) del medio ambiente, ya que se alimentan de gran cantidad de insectos. Con lo que al disminuir la población de murciélagos se corre más riesgo de sufrir plagas y, que estas traigan consigo enfermedades.
Como ya habéis visto no hace falta ser el más sensible a los ruidos para que te afecten, ya que en general todas nuestras mascotas, la fauna salvaje y animales acuáticos también se ven afectados por el ruido, modificando sus comportamientos a la hora de localizar comida, evitar a los predadores y/o de encontrar pareja. Esto no sólo genera un problema directo sobre estas especies, si no también indirecto porque otras muchas especies dependen a su vez de ellas.
Tenemos delante de nuestros ojos “cada día” un problema global como es el del cambio climático, como claro ejemplo de que, las alteraciones de origen humano sobre los animales, como por ejemplo haciendo pescas tan intensivas que no permiten el tiempo de regeneración natural de los peces; y sobre el medio ambiente, como por ejemplo todos los residuos plásticos que generamos, son una realidad que llega a afectar a todos. Muchas poblaciones de tortugas y de todo tipo de reptiles se están viendo mermadas, ya que las consecuencias del cambio climático y el consiguiente aumento de las temperaturas hacen que nazcan más hembras; ya que sus huevos al incubarse en la arena dependen de la temperatura que haya ahí dentro. Este es un simple ejemplo de hasta dónde llegan las consecuencias cuando interaccionamos negativamente con lo que nos rodea.
En resumidas cuentas, algo parecido está pasando con el ruido, y es que son problemas de salud global que nos afectan a todos y por los que tenemos que luchar. “One health” / “Una salud” fue un concepto que se introdujo en los 2000 por la OIE (Organización Mundial de Sanidad Animal) para representar la idea de que sólo existe una salud común, siendo el resultado del equilibrio entre la salud humana, la salud animal y la salud medio ambiental.
No debemos olvidar que el mundo en el que vivimos depende de la naturaleza, y nosotros dependemos de la naturaleza por mucho que queramos llevarla la contraria.
Haced sólo el ruido que necesitéis 😉
Hasta la próxima carbonian@s!