En mi anterior entrada os hablaba de los beneficios de la lactancia materna. Pues bien, parece que estos beneficios también se aplican a los tiempos que por desgracia nos están tocando vivir. Aunque hay cierta controversia y algunos autores piensan algo diferente, en general se sigue recomendando la lactancia materna cuando la madre está infectada por coronavirus, tomando las precauciones de higiene necesarias (uso de mascarilla, lavado frecuente de manos…)
¿Por qué? Porque parece que en la leche materna no se encuentra el virus y por tanto no habría un riesgo extra que el propio contacto madre-hijo. Aunque no hay demasiados estudios para la Covid-19, no se ha visto en virus parecidos como el del SARS, MERS, ni tampoco en la gripe, que está mucho más estudiada.
Y además, como comentaba en el anterior blog, la leche contendría anticuerpos frente al virus que ayudarían y protegerían al lactante. Tanto es así que la investigadora Rebecca Powell del prestigioso centro Monte Sinaí en Estados Unidos ha lanzado un estudio para analizar si entre los componentes de la leche materna pudiera encontrarse una potencial terapia para la Covid-19. Según la investigadora, la leche materna está repleta de proteínas para combatir infecciones, que hacen más resistentes a los bebés lactantes frente a infecciones como el sarampión y la varicela.
El primer paso en su investigación será confirmar si las mujeres donantes son positivas para coronavirus. Entonces, analizará los anticuerpos con el fin de encontrar aquellos que puedan eliminar al virus (sí, sí, como en la película “soy leyenda”). Si todo sale bajo sus expectativas, los componentes protectores de la leche podrán ser separados e infundidos a los pacientes. Según la investigadora, la leche materna tiene un “plus” ya que está muy enriquecida en la inmunoglobulina A secretora, con un importante papel en la respuesta inmune frente a las infecciones.