Buenas tardes.
Estoy de camino a Tenerife, donde participaré un taller sobre la pesca de tiburones de profundidad en el Océano Índico. Bueno, mejor que hablar de pesca, tendríamos que hablar de by-catch, es decir, de captura accesoria de tiburones cuando el barco se dirige a otra especie, normalmente de peces, pero que a veces puede superar en volumen a la captura de la especie objetivo.
Hablar de tiburones, en general, tiene un componente psicológico importante. Películas míticas, canciones verbeneras, agresivos financieros… que siempre se suelen referir a los grandes tiburones “pelágicos”, esos que están cerca de la superficie y que se ven ocasionalmente en las costas y a los que imaginamos siempre con sus mandíbulas abiertas dispuestos a desgarrar a todo el que encuentre a su paso. Aunque también está el plácido tiburón ballena, avistamiento codiciado por los buceadores.
Pero y de los pobres tiburones demersales, que se distribuyen en el fondo a veces por debajo de los 1000 metros de profundidad, ¿quién habla? Pues de esos vamos a hablar en esta ocasión en este taller, que tendrá lugar en la sede el Instituto Español de Oceanografía de Tenerife. 😊
Hay mucha legislación que regula la captura de tiburones de profundidad. En general, la pesca dirigida está prohibida, tanto en aguas europeas como en las del Índico.
Según la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN, https://www.iucnredlist.org/es), aproximadamente el 5,2% están globalmente amenazadas (es decir, en peligro crítico, en peligro o vulnerable), el 9,4% están casi amenazadas, el 27,8% son de preocupación menor y el 57,6% tienen datos insuficientes.
Los Condrictios de aguas profundas, también llamados así a los tiburones por su esqueleto cartilaginoso, pueden ser más vulnerables a la sobrepesca que muchas especies de peces óseos debido a su menor potencial de producción (baja fecundidad, crecimiento lento, madurez tardía y larga vida), lo que reduce su capacidad de recuperación una vez que las poblaciones se agotan.
Por ello, se tratará sobre métodos para evitar estas capturas. Hay muchos estudios hechos en tiburones de superficie, pero no así de los de profundidad y se intentará hacer una evaluación de sus poblaciones, si se tienen datos suficientes.
Igual que yo, os preguntaréis cual es el mercado de estas especies. Pues en general, se les cortan aletas (que se venden en el mercado asiático), se evisceran, dejando el tronco limpio, extrayendo previamente los hígados que se introducen en un tanque de acero inoxidable de unos 2.000 litros donde, una vez lleno, se trasvasa a otros tanques y se procesa para obtener aceite de escualeno.
El escualeno es un antioxidante y emoliente que se utiliza a menudo en los cosméticos y productos para el cuidado de la piel, así como en medicamentos, como complemento terapéutico en diversos tipos de cáncer. Los tiburones lo utilizan para conseguir flotabilidad porque es menos denso que el agua de mar, ya que carecen de vejiga natatoria, que si la tienen la mayoría de los peces óseos. Lo almacenan en el hígado, que puede llegar a ocupar una cuarta parte del cuerpo del animal.
Así que nos espera un difícil trabajo, porque normalmente no se dispone de muchos datos sobre esta pesca accesoria. Pero como ya sabéis, el que no haya datos suficientes para hacer una evaluación robusta no excluye que se regulen de una forma precautoria en base a estimaciones. Ya os contaré como ha ido.