Elfos que sobreviven entre nosotros Parte II

Año 1995. Unos 200 km al noroeste de Sydney, en algún lugar remoto en las Blue Mountains (Nueva Gales del Sur), un explorador de este siglo, David Noble, se adentra en el interior los profundos y remotos desfiladeros de arenisca del desierto de Wollemia. Su curiosidad hace que recoja una especie de planta inusual, que nunca ha visto y hace llegar un fragmento a tres investigadores que, no dan crédito de su hallazgo y que, un año después, describen una nueva especie para la ciencia: Wollemia nobilis W.G. Jones, K.D. Hill & J.M. Allen, dedicando el nombre al lugar en el que se encuentra y a su descubridor. (https://pdfs.semanticscholar.org/352c/1cffdc854e3b02e70727c6ce98a3499fa9b4.pdf )

Describir una especie nueva de una planta superior y más, tratándose de un árbol de unos 40 metros de altura, para la ciencia ya es algo digno de mención, pero esta historia sólo empezó aquí… El descubrimiento de esta especie tuvo trascendencia mundial, debido a que pertenece a una línea de coníferas con una única población relicta, que se creía extinta hacía mucho tiempo y que sólamente se conocía debido al registro fósil. Los últimos fósiles de Wollemia datan de hace aproximadamente dos millones de años (https://web.archive.org/web/20050323160650/http://www.rbgsyd.gov.au/information_about_plants/wollemi_pine/age_and_ancestry ).

Fósiles de Wollemia

Tras unos años de intensas búsquedas, en la actualidad se conocen menos de 200 individuos vivos. La diversidad genética excepcionalmente baja que presenta (Peakall et al., 2003), combinada con la confirmada susceptibilidad a los patógenos fúngicos (Bullock et al. 2000), refuerza la necesidad de mantener estrictas políticas que garanticen su conservación. Éstas incluyen el control del acceso, mantener el secreto de su ubicación y los controles de higiene (Peakall et al., 2003).

Sin embargo, pese a los esfuerzos para evitar su desaparición, los últimos incendios de Australia asediaron la única población de este fósil viviente, llegando a poner en peligro su supervivencia en el que es un año crucial para la biodiversidad, ya que este 2020 ha sido el año de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en el que se pretenden alcanzar acuerdos mundiales. Para ampliar la información sobre este tema, recomiendo la lectura del artículo Editorial «Biodiversity in flames» de la revista Nature Ecology & Evolution del volumen de enero de este año (https://www.nature.com/articles/s41559-020-1119-4 ).

Pese a todo, la buena noticia es que una correcta actuación de los equipos de extinción de incendios, ha permitido que la zona se salve del incendio y han comprobado que estos fósiles vivientes, por el momento, están bien.

Enlace a la noticia y al vídeo: https://www.smh.com.au/environment/conservation/incredible-secret-firefighting-mission-saves-famous-dinosaur-trees-20200115-p53rom.html

Gracias a estos héroes anónimos que han realizado una operación de salvamento digna de una película de acción y que nos han permitido que podamos convivir con esta especie que, se remontándose a la época de los dinosaurios, hemos estado a punto de ver desaparecer por nuestra causa.

GRACIAS

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