Mar de plástico

Hola carbonian@s!

Hoy vengo a hablar de los microplásticos y cómo nos afectan. Los microplásticos son pequeñas partículas de plástico que según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) miden menos de 5 milímetros, y que se hallan en multitud de productos de cuidado personal, cosméticos, fibras sintéticas de la ropa, pinturas plásticas, productos de limpieza industrial, neumáticos…

Los microplásticos primarios son aquellos fabricados específicamente para ser utilizados en productos (por ejemplo los exfoliantes, los dentífricos, etc) y por otro lado están los microplásticos secundarios, que proceden de la fragmentación y deterioro de otros desechos plásticos más grandes (por ejemplo las fibras sintéticas que se desprenden de la ropa).

Debido a su diminuto tamaño, gran parte de estos microplásticos acaban contaminando nuestros ríos y océanos, donde son ingeridos por la fauna que habita en ellos. De hecho, se han hallado partículas microscópicas de plástico en los lugares más remotos del planeta: en el hielo marino antártico, la cima del Everest o las fosas oceánicas más profundas del planeta. En 2016, un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) informaba de la presencia de microplásticos hasta en 800 especies de peces, crustáceos y moluscos. Esto genera un fuerte impacto en el medio ambiente, y repercute en toda la cadena trófica llegando a nuestro propio organismo. Según investigadores de la Universidad John Hopkins (EE. UU.), cualquier europeo que consuma marisco de forma habitual ingiere aproximadamente 11.000 microplásticos al año. Y además se sabe que el 83% agua del grifo está contaminada con estas partículas.

Por esta razón, no es de extrañar que se haya empezado a estudiar su efecto en el organismo humano.

Recientemente, un estudio1 llevado a cabo por el Dr. Dung NgocPham y sus colaboradores y publicado en la revista Journal of Hazardous Materials Letters señala que los  microplásticos pueden servir como portadores de bacterias resistentes a los antibióticos (BRA) y patógenos y que las plantas de tratamiento de aguas residuales municipales (PTAR) son «puntos críticos» que convergen microplásticos y antibióticos debido a la formación de biopelículas favoreciendo la adhesión de los mismos. Los microplásticos promovían selectivamente taxones patógenos y resistentes a los antibióticos (p. Ej., Raoultella ornithinolytica y Stenotrophomonas maltophilia). Esto podría suponer un gran problema, ya que la resistencia a los antibióticos es considerada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una de las mayores amenazas para la salud mundial.

Y, ¿qué podríamos hacer para combatir los microplásticos? Cada vez más países están lanzando políticas para reducir el consumo de plásticos y frenar la contaminación. Reino Unido, EE. UU., Canadá y Nueva Zelanda ya han prohibido la fabricación de productos de cuidado personal que contengan microesferas. La Unión Europea ha alcanzado recientemente un acuerdo provisional para prohibir en 2021 los plásticos de un solo uso para los que haya alternativas asequibles como, por ejemplo, los bastoncillos de algodón, los cubiertos, los platos, los vasos o las pajitas.

Espero haberte convencido de lo importante que es reducir el uso del plástico en nuestro uso cotidiano en la medida de lo posible, ya que podría afectar a nuestra salud y a la del planeta.

1 Dung Ngoc Pham, Lerone Clark, Mengyan Li. Microplastics as hubs enriching antibiotic-resistant bacteria and pathogens in municipal activated sludge. Journal of Hazardous Materials Letters. Volume 2,2021,100014,ISSN 2666-9110 https://doi.org/10.1016/j.hazl.2021.100014.

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